#08. Almacenamiento

Tan importante es planificarnos y preparar el tupper como saber conservar los alimentos y las preparaciones. En esta clase veremos la diferencia entre fecha de caducidad y consumo preferente, cuanto tiempo pueden conservarse los alimentos y qué medidas de higiene y seguridad debemos tener muy presentes. También es importante tener la nevera organizada y bien estructurada, para garantizar un almacenamiento óptimo. ¿Dónde colocaremos nuestros tupper?

Finalmente estudiaremos cómo congelar y descongelar los alimentos así como cómo recalentarlos.

Fecha de caducidad y de consumo preferente

Según el Reglamento nº 1169/2011 del Parlamento Europeo y del Consejo, “la fecha de caducidad se indica en alimentos microbiológicamente muy perecederos y que por ello puedan suponer un peligro inmediato para la salud humana […]. Después de su «fecha de caducidad», el alimento no se considerará seguro de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 14 del Reglamento (CE) no 178/2002.»

Por otra parte, la fecha de consumo preferente se aplica a productos más duraderos y microbiológicamente estables. Tras la fecha, pueden perder propiedades, sin suponer un riesgo para la salud. La fecha la establecen los fabricantes, basándose no sólo en la seguridad microbiológica, sino también en factores como textura, sabor, aroma… para que cuando se consuma el alimento/producto, mantenga las propiedades que ellos consideran óptimas.

Periodos de conservación

Los alimentos muy perecederos y con riesgo microbiológico son las carnes y pescados crudos y frescos. Periodos de conservación en nevera y congelador:

  • Carne picada y pescado fresco: 1 día en nevera
  • Carne cruda: 1-2 días en nevera / 3-4 meses en congelador.
  • Carne/pescado asado: 3-5 días en nevera / 4-12 meses en congelador.
  • Cereales y demás hidratos: hasta 1 semana en nevera. Congelado no vale la pena.
  • Verduras: máximo una semana, dependiendo de su conservación. Congeladas, 4-6 meses.

Medidas de higiene y seguridad

Tras hacer la compra debemos:

  • Tirar los envases y embalajes de supermercado, a excepción de aquellos que contengan dentro una atmósfera para mejorar la conservación del producto, como sucede en el caso de las bolsas de ensaladas. Los vegetales en esta presentación se encuentran limpios, desinfectados, perfectamente conservados y aptos para su consumo.
  • Todo aquello que quitemos de bolsas, bandejas y papel de film lo debemos conservar en tuppers limpios o bolsas de congelación de un solo uso.
  • Tirar a la basura los cartones que unen los yogures y los plásticos que unen las latas. Son materiales que están contaminados.
  • Los huevos deben estar bien cerrados en la huevera de la nevera. Si no tienes huevera o no tiene tapa para cerrarlos, mejor que los guardes en un tupper, siempre conservando la posición del huevo (la parte más estrecha abajo).
  • Retira las frutas y verduras de las bolsas y consérvalas en los cajones inferiores de la nevera. Recuerda que los vegetales no se riegan con agua potable y contienen pesticidas, tierra, suciedad, microorganismos, etc.
  • No limpies la carne y el pescado. Conserva las piezas en bolsas de congelación sin pasarlas por agua, ya que con agua no limpiamos, si no que creamos un vehículo que permite la multiplicación bacteriana. Si vemos que contienen agua podemos secarlas con un papel limpio y seco.
  • Los alimentos frescos que hayamos comprado que no vayamos a consumir en los próximos 4-5 días congelarlos en bolsas de congelación cerradas herméticamente lo antes posible. Es mejor congelarlo con previsión que dejarlo en la nevera durante unos días y después congelarlo.

Organizar la nevera

Recalentar la comida

Qué comida se puede recalentar

  • Son apropiados los caldos, guisos, purés, pastas, algunos arroces y pescados y carnes guisados.
  • Por su parte, las carnes y los pescados a la plancha, por ejemplo, no quedan bien, aunque si se han hecho al horno son más recuperables. Tampoco los fritos y rebozados son apropiados, aunque muchos de ellos (carne empanada, pescado rebozado, croquetas…) suelen aguantar bien un día a temperatura ambiente.
  • Algunos alimentos sufren cambios en su composición cuando se recalientan que pueden acarrear problemas de estómago al digerirlos. Es el caso del pollo, las setas, las patatas, espinacas, remolachas, el apio o los huevos.

Recalentar en el microondas

  • Elige bien el tipo de programa (más alto para líquidos, carnes y pescados, temperatura media para platos de cuchara) y piensa que es mejor pasarse por defecto que por exceso.
  • Usa un recipiente adecuado, ya sea un buen tupper (si acepta microondas), uno de cristal (preferible) o cualquier vajilla sin metal. Tapa el recipiente con una tapa especial de plástico con orificios.
  • Remueve bien la comida antes y durante el proceso de calentamiento para que no quede apelmazada y se reparta bien el calor.
  • Para que no quede seca, puedes añadir antes o durante un poco de agua o aceite.

 

Blog · Libro · Contactar · ¿Quién soy? · Aparición Medios · RGPD