7#. Alimentación en la lactancia

La lactancia tiene innumerables beneficios y por ello es importante intentar dar el pecho. Para todas esas madres que han podido o querido darlo, explicamos en esta clase el tipo de alimentación a seguir y sobretodo qué alimentos deben evitar.

Hechos básicos de la lactancia materna

  • La lactancia materna, que debe comenzar antes de que finalice la primera hora de vida del bebé, es la opción más recomendable para alimentar a un bebé y debe ofrecerse a demanda (es decir, cuando el bebé quiera, y no cada tres horas y diez minutos).
  • La lactancia materna exclusiva (el bebé solo toma leche materna) conviene que se extienda hasta los primeros seis meses de vida del bebé.
  • La suplementación temprana con leches artificiales supone exponer al bebé y a la madre a diversos peligros.
  • La lactancia materna debería extenderse más allá del año de vida del bebé, y sin límite de edad.
  • Los beneficios de la lactancia materna para la madre son, entre otros: menos pérdida de sangre después del parto, disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama, aporta beneficios psicosociales, es menos costosa, etc.

Alimentos y nutrientes en mujeres que amamantan

No deberíamos relacionar la alimentación de la madre con el hecho de que la leche suba o no en el puerperio ni con que la leche sea nutritiva y maravillosa. Para ello solo hay que permitir que el bebé mame a menudo, día y noche, es decir, a demanda. En cuanto al papel de la alimentación, el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría (AEPED) opina que “el estado nutricional de la madre, salvo en casos de desnutrición extrema, no interfiere en la capacidad de producción láctea ni en la calidad de la leche materna”. En casos de desnutrición severa de la madre, no alimentaremos al bebé con leche artificial, sino que trataremos la alimentación de la madre.

Agua

Si la mujer que da el pecho produce mucha leche cada día y esta está compuesta en un 90% de agua… ¿Cuanta más agua beba la madre, más leche producirá? No. Diferentes estudios lo avalan y concluyen que:

  • La bebida forzada y excesiva no es necesaria ni beneficiosa en lo que se refiere a la lactancia, e incluso podría ser perjudicial. (Alex Olsen, 1940, Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica).
  • No hay pruebas suficientes que justifiquen una ingesta de líquidos más allá de lo que es probable que necesiten las madres lactantes para cubrir sus necesidades fisiológicas. (junio 2014, cochrane Database of Systemic Reviews).

Conclusión: si das el pecho, bebe agua en función de la sed que tengas en cada momento porque ni te vas a deshidratar por no beber litros y litros de agua, ni vas a producir más leche por tomarte esos litro y litros.

Energía, proteínas, grasas y carbohidratos

Con respecto a la energía, ya vimos que las necesidades están aumentadas (+500kcal). No obstante, no debemos ponernos a contar calorías ya que ese requerimiento también puede venir de las reservas de la mujer. Lo ideal es dejarnos guiar por nuestro apetito ya que es un buen indicador de cuántas calorías debe tomar una mujer lactante. En cuanto a las proteínas, grasas y carbohidratos, las recomendaciones de ingesta no son diferentes en mujeres lactantes.

Fibra

Las recomendaciones de ingesta de fibra son iguales en mujeres lactantes que en no lactantes. El casi 25% de las gestantes que padecen estreñimiento en el embarazo lo mantienen tras el parto, por lo que tiene sentido incrementar el consumo habitual de alimentos ricos en fibra.

Vitaminas y minerales

  • La suplementación con ácidos grasos omega 3 o con multivitamínicos no está justificada en mujeres lactantes.
  • Salvo en casos de deficiencia, los suplementos de calcio y vitamina D no están justificados.
  • Si la madre no padece anemia, no conviene que tome suplementos de hierro. La anemia no contraindica la lactancia.
  • Los suplementos con vitamina K está justificada para aumentar la cantidad de esta vitamina en la leche materna de aquellas madres tratadas con fenobarbital, carbamazepina o fenitoína.
  • Es importante que la leche materna contenga una cantidad suficiente de yodo, ya que así el lactante podrá fabricar correctamente sus hormonas tiroideas. Para ello es necesario tomar 3 raciones de lácteos al día y 2 gramos de sal yodada.

Tabaco y alcohol

Está totalmente contraindicado fumar y beber alcohol en la lactancia. De hecho, el bebé debería estar siempre en zonas libres de humo, ya que sino aumentaría las posibilidades de que se produzca la llamada muerte súbita del lactante.

A pesar de ello, la leche materna de una mamá fumadora es mucho mejor para la salud de su hijo que cualquier biberón. Y con el alcohol pasa algo parecido. Es preferible la leche materna de una mujer que ha bebido alcohol que la leche de un biberón. El consumo de cerveza sin alcohol o 0,0% es seguro en la lactancia.

La www.e-lactancia.org recomienda “El tiempo necesario a esperar a amamantar para que el alcohol ingerido de forma ocasional haya desaparecido de leche y sangre (Ho 2001) depende del peso de la madre (a menos peso, más tiempo) y de la cantidad de alcohol consumido (a más alcohol, más tiempo). Evitar dar pecho hasta después de dos horas y media por cada 10 -12 g de alcohol consumidos: un tercio (330 ml), de cerveza 4,5%, un vaso de 120 ml de vino 12% o una copa de 30-40 ml de licor de 40-50%). Tiempos orientativos a esperar para mujeres de unos 60 kg de peso: un vaso de vino: 2,5 horas, dos tercios de cerveza: 5 horas, tres copas de licor: 7,5 horas, etc”.

Café

El café apenas llega a la leche materna… aunque algo llega. En algunos niños (que no en todos) se produce irritabilidad, insomnio, temblores o una tensión muscular anormalmente alta (hipertonía) si la madre consume dosis superiores a 300 miligramos diarios de cafeína. Hay niños más sensibles que otros a la cafeína, por lo que vale la pena que cada mujer valore la respuesta de su hijo.

Fármacos y fitoterapia

Para cualquier fármaco o hierba podéis consultar www.e-lactancia.org porque es utilísima para consultar la compatibilidad de la lactancia materna con respecto a más de 1.600 productos. 

Higiene alimentaria

Deben seguirse la recomendaciones de higiene que vimos para la mujer embarazada: lavarse bien las manos antes de comer, no consumir alimentos que hayan roto la cadena del frío, cocinar bien los alimentos, evitar comer alimentos que hayan tenido contacto con alimentos crudos…

Pescado y mercurio

Un informe reciente de la EFSA no considera justificado que las mujeres eviten ningún pescado. La EFSA sí ha indicado que tomar más de tres-cuatro raciones de pescado a la semana puede suponer ingerir demasiado mercurio, pero esto se aplica a toda la población adulta, sean o no mujeres embarazadas o lactantes.

También aconsejó limitar el consumo de carne oscura de los crustáceos (gambas, cangrejos, etc.), localizada en la cabeza, con el objetivo de reducir la exposición al cadmio.

¿Por qué conviene que una mujer lactante coma saludablemente?

  • Ayudará a recuperar lentamente el peso previo y a mantenerlo estable.
  • Influirá sobre la alimentación de nuestros hijos (amanatado o no).
  • Preparará el cuerpo para el siguiente embarazo.

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