A partir de los 40 años, el metabolismo de una mujer cambia y sus necesidades alimenticias pueden variar. Con la menopausia cambia y se eleva el riesgo cardiovascular de las mujeres, el metabolismo disminuye y existe una tendencia a la ganancia de peso, ya que el organismo no lo distribuye igual. Se empieza a acumular grasa, sobre todo en el abdomen, y se produce un déficit de vitamina D y de calcio.
Se recomienda la dieta saludable, ya que es idónea para prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad y la acumulación de grasa, como la diabetes, y para evitar grandes ganancias de peso. El pescado azul y los lácteos son buenos alimentos para suplir las carencias de vitamina D y calcio, además de prevenir la osteoporosis.
El ejercicio también sería fundamental para mantener una buena salud en esta época. El gasto energético y la quema de grasas van en función de la masa muscular, por lo que si se pierde masa, se gana grasa, y aconseja realizar ejercicio, pero como una actividad física sostenible, vigilando los problemas articulares que se puedan producir con una mala praxis o una cantidad de deporte excesiva.