El 5 de febrero, la Federación Española de Alimentación y Bebidas y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, firmaron el plan de colaboración para la mejora de la composición de alimentos y bebidas y otras medidas (2017-2020).
Este plan habla de reducir entorno a un 10% la cantidad de azúcar añadido, sal y grasas saturadas en más de 3.500 productos como aperitivos salados, bebidas refrescantes, bollería y pastelería, cereales del desayuno infantil, cremas, derivados cárnicos, galletas, helados, néctares de frutas, panes especiales envasados, platos preparados, productos lácteos y salsas.
Bajo mi punto de vista, esto no es más que un escudo para políticos frente a la pandemia de obesidad que estamos sufriendo y un lavado de imagen de todos los productos ultraprocesados de la industria que se están descubriendo poco a poco.
Para mi, medidas de promoción saludables no es mejorar esos productos (que no deberían consumirse) sino directamente no promocionarlos e invertir ese dinero en potenciar el consumo de frutas y verduras:
– Regular la publicidad, sobretodo la de horario infantil.
– Fruta gratuita en colegios.
– Regulación de los precios: bajada del IVA de verduras en conserva, por ejemplo.
– Máquinas vending saludables.
– Educación nutricional en colegios e institutos.
– La figura del DN en la sanidad pública.
Y tu, ¿qué opinas?