Solemos tener confundidos estos dos términos: comer sano y comer ligero. Si bien es cierto que quien come ligero suele comer sano, no quien come sano tiene por qué comer ligero y no por ello va a engordar o dejar de perder peso.
Cuando comemos ligero, solemos comer alimentos menos calóricos como verduras y con cocciones suaves. Hay muchas personas que comen ligero porque su cuerpo lo necesita, necesita favorecer las digestiones o simplemente puede ser que la persona no tolere bien las grasas y comidas copiosas y por ello necesite una alimentación más ligera. Pero debe quedar claro el concepto y que no es necesario comer ligero para perder peso.
A pesar de ello, hay ciertas circunstancias en que si veo adecuado comer ligero: después de un día de excesos o por ejemplo, la semana de navidad. Así ayudaremos a nuestro cuerpo con ese malestar y sensación de inflamación y plenitud.
Cuando comemos sano, comemos alimentos como tal pero no necesariamente en preparaciones sencillas. Comer sano incluiría guisos, estofados, algún frito… y no por ello voy a dejar de perder peso o dejar de cumplir mi objetivo.
Así que si quieres perder peso debes comer sano pero no es necesario comer ligero.