Practicar ejercicio físico de forma habitual es el complemento perfecto de la buena alimentación, para llevar un estilo de vida saludable. No obstante es algo que cuesta más incluso que cuidar la dieta, por ello hoy quiero daros unos consejos para conseguir introducirlo como hábito.
Lo primero a tener claro que debe ser un cambio progresivo, es decir no podemos pasar de no movernos a pretender ir al gimnasio 3 veces por semana, porque el fracaso está garantizado.
Así, lo que debes hacer es ir aumentando poco a poco. Si eres una persona totalmente sedentaria, empieza a moverte, es decir, sé activo: levántate cada hora, coge las escaleras en lugar del ascensor… y cuando ya seas activo, proponte hacer un número mínimo de pasos al día. Ve aumentándolos… y sigue así hasta que consigas llegar a tu objetivo final.
Finalmente para los de «no tengo tiempo» os digo:
– Levántate antes (y acúestate antes).
– Prioriza, si no lo tienes como prioridad es que no le das la importancia que tiene o no crees que sea un problema o riesgo para ti.
– Encuentra lo que te gusta realmente, si lo haces como obligación, no lo harás.
