No sé cuantas veces habré escuchado eso de «es que yo como sano, muy sano, pero no pierdo peso». Cuando esto ocurre, y si realmente la persona está comiendo sano, debemos fijarnos en las cantidades. Es muy probable que estés comiendo demasiado. ¿Y cómo podemos gestionar las cantidades?
1. Analizando lo que comemos: con un registro dietético o con imágenes que nos darán mucha información: cuánto comemos, con qué frecuencia de consumo, tamaño de la ración, proporción de la ración, entorno en que se come, presentación del plato…
2. Sírvete menos cantidad, aunque a primera vista creas que te vas a quedar con hambre.
3. No cocines de más y si es así, guárdalo antes de servirte la ración.
4. Psicologicamente, puedes utilizar platos más pequeños y comer con cubiertos infantiles, visualmente creerás que hay más cantidad y tardarás más en comer y comerás menos.
5. Hazte una preparación voluminosa: ensaladas por ejemplo.
6. Usa la escala del hambre: busca en google «escala del hambre» y anota durante una semana en qué punto de la escala te encuentras antes y después de cada comida. Analiza después los resultados.
