Vuelvo a compartir una experiencia ocurrida en mi centro de nutrición. Acude a consulta un padre preguntando por la dieta que le ha puesto el entrenador personal a su hijo, para comprobar si se trataba de una buena dieta o por el contrario era algo que pudiera traerle consecuencias. La dieta es la siguiente:
8.30h: 75 gramos de avena o cereales + 30 gramos de proteína o 6 claras.
11.00h: 100 gramos de pan integral + 2 latas de atún al natural o 100 gramos de pavo o jamón serrano o 6 claras y 1 yema + 1 fruta.
14.00h: 75 gramos arroz / pasta o 165 gramos de legumbre o 240 gramos patata + 130 gramos de pescado blanco o pollo o hamburguesa de pollo + 1 fruta.
17.30h: 1 fruta + 25 gramos de frutos secos + 25 gramos tortas de arroz o avena + 100 gramos de pavo o 2 latas de atún o 6 claras o 30 gramos de proteína.
21.00h: verdura a placer + 150 gramos pescado azul o ternera.
Esta dieta es la clásica «dieta de gimnasio» en que principalmente hay proteína pero desgraciadamente es demasiada, y más si hablamos de un chaval de 14 años. Además, no creo que quien la haya realizado tenga los conocimientos necesarios y suficientes para poder hacer un plan dietético.
Este es un caso como muchos otros, en que una persona no cualificada se atreve a pautar un plan dietético sin conocer las consecuencias que puede tener para ese chaval, chaval que hará lo que él diga puesto que en ese momento es su referente, es a donde él quiere llegar.
Con esto solo quiero alertaros de lo que podemos encontrar por ahí y si es vuestro caso y os han pautado algo similar, solamente deciros que tengáis cuidado, preguntéis siempre la formación de la persona y no os fiéis de cualquiera, una segunda opinión siempre viene bien.