La vuelta al cole ha llegado ir con ella la vuelta a los comedores escolares.
En los comedores escolares nuestros hijos comen la mayor parte del tiempo y es por ello que debemos preocuparnos por lo que comen: si es saludable, si es variado, si es agradable…
Para lo primero, voy a daros los requisitos mínimos que debe cumplir un menú escolar para que este sea saludable:
– Asegurar una ración, y cuando digo una ración estamos hablando de al menos 100-150 g de verduras cada día. No vale con que la guarnición sea un poco de lechuga o qué los macarrones lleven sofrito, debe asegurarse una ración completa.
– Las proteínas deben variarse, asegurando al menos un par de veces por semana legumbres, por lo tanto el resto de días podrían ser un día pescado un día carne y un día huevo. La rotación semanal de ver a alternar también el tipo de carne y pescado, alternando entre carne blanca y carne roja y entre pescado blanco y pescado azul.
– El postre debería ser siempre fruta o en su defecto algún día en semana un yogur natural, pero no postres lácteos, yogures azucarados, yogures de sabores, yogures con añadidos de azúcar tipo miel…
– En ningún caso debería haber la opción de consumir dulces, véase galletas, bizcochos, zumitos, batidos de chocolate, batidos de diferentes sabores etc.
– También es aconsejable analizar la preparación, las características organolépticas, la variabilidad, que sea agradable para el niño, que se ofrezcan los alimentos de diferentes formas…
Y más allá de que el menú sea o no saludable, debemos tener en cuenta la relación de los monitores con nuestros hijos y la relación de los monitores con la comida, en cuanto a cómo les enseñan a comer. Es muy importante que generan una buena relación con la comida, y que en ningún caso les chantajean con la comida o les castiguen por no querer comer.