Los insectos, un alimento sostenible, económico y nutritivo.
La última tendencia
Parece ser que comer insectos es lo último. Hace unas semanas leía que ya se pueden adquirir insectos para el consumo humano en una conocida cadena de supermercados. Así que, como amante de la nutrición y curiosa que soy, allá que me fui. La oferta era amplia y realmente impactante, ver un puñado de gusanos (de diferentes tamaños) o de grillos en unas pequeñas cajas así como snack no es algo a lo que estemos acostumbrados. Pero dicen que la curiosidad mató al gato y vaya si lo mató!
Para lo que como yo, tengáis curiosidad sobre el producto, voy a explicaros un poquito más sobre este nuevo alimento.
¿Por qué es una buena opción?
Tal y como expliqué en el podcast, los insectos son una buena opción por varios motivos.
- Sostenibilidad:Dado el importante impacto medioambiental del sector ganadero, la FAO considera urgente encontrar fuentes de proteínas más sostenibles. Los insectos son una buena opción porque son muy nutritivos y, para producirlos, se necesita mucho menos espacio, y muchos menos recursos, como agua o comida«.
- Valor nutricional. Son muy nutritivos. Un insecto, según su estado biológico, puede ofrecer entre 15 y 70 o más gramos de proteínas por cada 100 gramos, siendo los adultos los que mayor proporción de este nutriente poseen, por lo que tenemos una buena fuente proteíca. Además son ricos en fibra, grasas mono y poliinsaturadas. Contienen cantidades relevantes de B12, calcio y hierro. Además es un animal del que se aprovecha todo.
- Precio: Aunque a día de hoy son realmente caros (7€ la cajita de 14g, unos 500€ el kilo), el coste de producción es realmente bajo además que ya hemos visto es muy sostenible. Así que cuando se comercialicen en grandes cantidades, haya un consumo elevado y todo el proceso de producción arranque, el precio será (o debería ser) realmente bajo.
¿Será realmente necesario comerlos?
Según los expertos, la población mundial alcanzará los 9.000 millones de habitantes en el año 2050 y, para alimentarlos, habrá casi que duplicar la producción de alimentos. Dado que el ganado no es sostenible, es muy probable que parte de nuestra alimentación tenga que basarse en los insectos.
Personalmente, creo que tenemos muchos prejuicios para comer insectos, pero realmente son un producto de consumo habitual en muchos países por lo que a base de ir introduciéndolos y consumiéndolos se nos hará algo habitual y se nos irán esos perjuicios. Estoy convencida que si se los ofrecemos a los niños, no le harán ningún asco, y podrán introducirlos en su dieta como un alimento más, normalizando su consumo e introduciéndolos en la alimentación saludable, incluso podría contemplarse en la dieta mediterránea. Así, de adultos lo verán como un alimento más. Debemos pensar que para muchos comer conejo es algo inconcebible, y aquí se consume a diario.
Formatos para comer insectos
En el supermercado donde yo compré los insectos había dos formatos:
- Cajita con gusanos grandes, pequeños o grillos saborizados y sazonados. Lo cierto que ese producto en cuestión es un derivado procesado de insectos, y no es saludable, lo es el insecto en sí.
- Barritas proteícas con harina de grillo. Su composición es algo mejor, sobretodo para deportistas, por la relación hidrato proteína.
No obstante también se comercializa:
- Pan con harina de insecto
- En Suiza, una selección de hamburguesas y albóndigas elaboradas por la startup Essento que, en lugar de carne, llevan tenebrio molitor, considerado uno de los gusanos más sabroso.
- En Gran Bretaña, Holanda, Bélgica, Austria, Dinamarca, Francia o Italia son otros de los países donde ya existe un pequeño nicho de mercado. La belga Green Kow, por ejemplo, vende 4 cremas para untar también realizadas con tenebrio molitor.
Así que ya veis, tenéis muchas opciones diferentes de comer insectos y viendo que probablemente sea el alimento del futuro, ¿por qué esperar? 😉