¿Cuanto sabes de nutrición?

¿Realmente sabes de nutrición o eres de los que va repitiendo los mitos que nos han inculcado?

A veces me considero pesada, incluso cansina, porque siempre repito lo mismo una y otra y otra vez.

Por ello, hoy haremos algo distinto, si me lleváis tiempo leyendo y escuchando deberíais saber todas las respuestas, sino, estoy segura de que os sorprenderéis (incluso me tomaréis por loca) cuando os enteréis de la verdad de ciertos mitos.

Cómo funciona el test

Lee la pregunta e intenta responderla, cuando creas conocer la respuesta, desplega la ventana y descubre si estabas en lo cierto. 

Cada pregunta es 1 punto. Si al final obtienes:

De 0 a 3 puntos: Tu alimentación no tiene buena pinta ;P. Necesitas informarte mejor. 
De 4 a 6 puntos: Creía saberlo todo pero acabas de darte cuenta de que no es así. Te falta mejorar.
De 7 a 9 puntos: Te importa tu salud y eres consciente de cómo influye la alimentación en ella. Estás muy cerca, pero te faltan algunos detalles.
10 puntos: ¡Increíble! O eres un fiel seguidor o no dejas que se te escape ni una 🙂

 

¿Engordan los frutos secos?


Quizá con esta primera os lo he puesto fácil y ya sepáis que los frutos secos NO engordan. Hay varios estudios que demuestran que el consumo de frutos secos en dietas para pérdida de peso son igual (o más) efectivas que las que no los consumen. 
Algunos de los motivos el alto contenido en fibra y su saciedad, que ayudan al control de la ansiedad y con ello evita el picoteo y los atracones. La ración, un puñadito al día en crudo o tostados.

¿Un zumo de fruta equivale a una pieza entera de fruta?

No, ni aún siendo natural recién exprimido. Los efectos metabólicos de la fruta no son iguales o equiparables a los que ejercen los zumos y “kilocaloría por kilocaloría, el zumo de fruta puede ser consumido de forma más rápida que la fruta sin exprimir”. Esta última frase la leemos en un documento de postura de la Academia Americana de Pediatría, que advierte que beber demasiados zumos incrementa el riesgo de ganancia excesiva de peso. Entre otros motivos, porque los zumos no estimulan la masticación.

¿Es la miel un alimento saludable?



No. La miel contiene “azúcares libres”, que según la OMS, son “los monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos por el fabricante, el cocinero o el consumidor, más los azúcares presentes de forma natural en la miel, los zumos de frutas y los jarabes, no incluyéndose a los provenientes de la fruta entera”. Queda claro pues que la miel no deja de ser como el azúcar de mesa, con todas sus consecuencias asociadas: sobrepeso obesidad, diabetes… Se le han atribuido muchos beneficios (que es antioxidante, que cura los resfriados, que refuerza el sistema inmune, que es rica en nutrientes…) que no tienen ninguna evidencia científica.

¿Los carbohidratos por la noche engordan?


No. Podemos tomar carbohidratos por la noche sin miedo a engordar. Lo que debemos fijarnos en la calidad de esos carbohidratos. 
Este mito viene fundado porque asociamos carbohidratos a dulces, pastas y bollería, pero si hablamos de hidratos saludables: cereales integrales, legumbres y demás, no tenemos de qué preocuparnos. 
No te preocupes de la hora a la que tomas los hidratos, preocúpate de cuáles tomas.

¿Los lácteos desnatados o enteros?


Erróneamente se creía que en pérdida de peso eran mejor los lácteos desnatados, por eso de que tenían menos grasa pero se ha visto que no por varios motivos, partiendo de la base que los lácteos desnatados suelen tener más azúcar:
– Tienen mayor poder saciante.
– Ayudan a controlar la ansiedad.
– Son más ricos nutricionalmente (vitamina A y D). 
– Las grasas saturadas de los lácteos son saludables.

¿Es el desayuno la comida más importante del día?


No, no lo es. Hay quien se levanta sin apetito y no es hasta horas más tarde que le apetece comer. Debemos dejar que nuestro cuerpo mande y no forzarlo a comer porque vayamos a sufrir una hipoglucemia o porque vayamos a salir a la calle “sin nada en el cuerpo”. 
Esto es igualmente aplicable para los niños. 

No hay alimentos buenos y malos.


Ciertamente si los hay. Aquello de “todo en moderación es sano” se quedó obsoleto. 
Los alimentos malos son aquellos que están relacionados con enfermedades crónicas (sobrepeso, obesidad, diabetes, cáncer…), que promueven malos hábitos de vida y que desplazan el consumo de los buenos. Como lo son todos aquellos que encontramos en la cúspide de las pirámides alimenticias: dulces, bollería, snacks salados, refrescos, alcohol… 

Debemos comer 5 veces al día.


Falso! Debemos comer en función de nuestras necesidades y ritmo de vida. Incluso podríamos practicar el ayuno intermitente y comer 1 o 2 veces al día. 
Todo depende de las necesidades de la persona. Por esto, entre otros motivos, la importancia de personalizar las dietas. 


Una copita de vino ayuda a nuestra salud cardiovascular.


Ya en 2012 la Organización Mundial de la Salud publicaba en su informe Alcohol in the European Union que «el alcohol es perjudicial para el sistema cardiovascular». La Comisión Europea también publicó que «un consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo a largo plazo de sufrir cardiopatías». 
Hay un largo ectcéra de bibliografía que muestra que un consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo a largo plazo de sufrir cardiopatías (y cáncer).

Nuestro cuerpo necesita azúcar

Sí, pero no azúcar libre. El azúcar que necesita nuestro organismo puede obtenerse de los cereales, las legumbres o las frutas y verduras y no de los dulces y demás productos con azúcares añadidos. Así que si te dicen eso de “es porque el cerebro lo necesita” sepas que la fruta (por ejemplo) le proporcionará todo lo que tu cerebro (y cuerpo) necesite, como la glucosa. 

Estas son solo algunas de las cuestiones más importantes a la hora de llevar una alimentación saludable y ganar salud con ello. Es importante estar al día en nutrición ya que al ser una ciencia se van haciendo avances y desmintiendo antiguos mitos. Si quieres aprender más sobre alimentación y nutrición puedes formar parte de mi academia de nutrición, con las últimas actualizaciones y siempre basándome en la evidencia científica.

María Merino Fernandez, nutricionista
María Merino Fernández
Diplomada en Nutrición y Dietética por la Universitat de Barcelona, Máster en Nutrición y Metabolismo por la Universitat Rovira i Virgili y Curso de extensión universitaria en Nutrición deportiva por la Universitat de Barcelona.

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