Descubre la Dieta Flexible: Cómo Comer de Forma Equilibrada y Disfrutar de tus Comidas Favoritas

¿Te has sentido alguna vez atrapado por las restricciones de una dieta estricta? La dieta flexible podría ser la solución perfecta para ti. En este artículo, aprenderás cómo equilibrar tus comidas, disfrutar de tus platos favoritos y optimizar tu salud sin sentirte limitado. ¡Sigue leyendo y descubre los secretos de la dieta flexible!

1. ¿Qué es la dieta flexible?

La dieta flexible, también conocida como «flexible dieting» o «IIFYM» (If It Fits Your Macros), es un enfoque más relajado y sostenible para la alimentación saludable. En lugar de prohibir ciertos alimentos, se centra en satisfacer tus necesidades nutricionales y energéticas a través del control de las proporciones de macronutrientes (proteínas, grasas y carbohidratos).

2. Beneficios de la dieta flexible

  • Fomenta una relación saludable con la comida al reducir la sensación de restricción y culpa.
  • Permite disfrutar de alimentos variados y apetecibles sin descuidar la salud.
  • Facilita la adherencia a largo plazo al ser un enfoque menos restrictivo y más realista.

3. Cómo empezar con la dieta flexible

Paso 1: Calcula tus necesidades calóricas Para determinar la cantidad de calorías que necesitas consumir, considera tu edad, sexo, nivel de actividad física y objetivo (perder peso, ganar masa muscular o mantener).

Paso 2: Establece tus proporciones de macronutrientes Una distribución común de macronutrientes es:

  • Proteínas: 25-30% de las calorías totales
  • Grasas: 20-35% de las calorías totales
  • Carbohidratos: 45-55% de las calorías totales Ajusta estas proporciones según tus necesidades y preferencias individuales.

Paso 3: Elige alimentos de calidad Aunque la dieta flexible permite cierta indulgencia, es importante centrarse en alimentos nutritivos la mayor parte del tiempo. Incorpora una variedad de frutas, verduras, granos integrales, proteínas magras y grasas saludables en tus comidas.

4. Ejemplo de un día de dieta flexible

Desayuno: Yogur natural con frutas y granola casera Almuerzo: Ensalada de pollo a la parrilla con aguacate, tomate, pepino y aceite de oliva Merienda: Barrita de proteínas y una manzana Cena: Salmón al horno con quinoa y brócoli Postre: Un trozo pequeño de pastel de chocolate

Conclusión:

La dieta flexible ofrece una alternativa sostenible y equilibrada a las dietas restrictivas. Al enfocarte en el consumo de macronutrientes y permitirte disfrutar de tus comidas favoritas con moderación, puedes mejorar tu relación con la comida y alcanzar tus objetivos de salud y bienestar. ¡Atrévete a probar la dieta flexible y descubre un mundo de posibilidades culinarias sin culpa!

María Merino Fernandez, nutricionista
María Merino Fernández
Diplomada en Nutrición y Dietética por la Universitat de Barcelona, Máster en Nutrición y Metabolismo por la Universitat Rovira i Virgili y Curso de extensión universitaria en Nutrición deportiva por la Universitat de Barcelona.

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