Ya estamos llegando a la recta final de las navidades. Este fin de semana se acaba el año y celebramos la nochevieja.
Para que tu nochevieja sea saludable, tienes que fijarte en el mayor de los errores, el alcohol. Es fácil hacer una cena saludable comiendo un aperitivo de marisco y algo de pescado al horno. El problema viene después del primer brindis y el primer «feliz año nuevo». Parece que tuviéramos que beber como animales y no pudieramos simplemente brindar con una copita de cava (que tampoco es que sea saludable, pero un día es un día).
En el caso de los niños, os aconsejo que no les ofrezcáis ese «champán infantil» sin alcohol (con azúcar) que sólo promueve un consumo de alcohol y socializa más su ingesta en nuestra población. Debemos enseñarles que el alcohol es lo que es, una droga.
Finalmente te propongo que si quieres cumplir tus objetivos de año nuevo lo hagas desde el mismo día 1. Normalmente uno de ellos es el cambio de hábitos y mejora de la alimentación, así que para ello puedes acudir a un dietista nutricionista (recuerda que dispones de la primera visita gratuita) o informarte y/o formarte por ti mismo, mediante los cursos, leyendo blogs, siguiendo instagramers…
Evidentemente de la mano de un dietista te resultará más sencillo ya que en cada seguimiento podrás:
– hacer el feedback del tratamiento
– adaptar (más) la dieta
– explicar cómo te sientes, tus emociones, sensaciones…
– realizar coaching nutricional
– variar la dieta
¡Feliz año nuevo!
