Para poder hacer una buena dieta y que ésta sea personalizada, hay unos datos básicos que el profesional debería recoger antes de entregarte nada:

– Datos personales: nombre, apellidos, dirección postal, DNI, estado civil y convivencias.
– Historia clínica: patologías crónicas, operaciones quirúrgicas, intolerancias o alergias alimentarias, antecedentes personales y familiares, medicación y en caso de la mujer el estado fisiológico (lactancia, embarazo, menstruacción y menopausia).
– Historia del peso: peso mínimo, máximo, deseado, saludable… Dietas previas: tipo, duración, alcance de objetivos…
– Hábitos dietéticos y de vida: horario y lugar de las comidas, tiempo para cocinar, preferencias y aversiones alimentarias, consumo de alcohol y tabaco, tipo de alimentación, tipo de trabajo, práctica de actividad física… También puede realizar un recordatorio de 24 horas y un cuestionario de frecuencia de consumo.
– Marcaje de objetivos a corto y largo plazo.
– Antropometría: peso, talla, IMC, perímetros, pliegues…