Ya que sabemos que vamos a cometer excesos estos días, debemos intentar equilibrar al máximo el menú con el resto de ingestas. Lo primero de todo es obviar eso de «compensar», nada va a compensar lo que ya te has comido. Y la premisa clave es: no saltarse la ingesta previa. Teniendo esto presente debemos intentar equilibrar con el día restante. Algunas ideas:

DESAYUNO
OPCIÓN 1: Un té verde, un yogur natural con copos de avena y frutos rojos.
OPCIÓN 2: Una macedonia de fruta natural (piña, papaya, manzana), una rebanada de pan integral de espelta con tomate en rodajas, queso fresco desnatado y orégano.

MEDIA MAÑANA
Un té verde

COMIDA
OPCIÓN 1 Ensalada de brotes tiernos, granada y pasas y pollo o tofu a la plancha.
OPCIÓN 2 Ensalada de espinacas, pepino, manzana y nueces y merluza a la plancha o garbanzos con tomate.

MERIENDA
OPCIÓN 1 Papaya y una infusión de manzanilla.
OPCIÓN 2 Un yogur natural y una infusión de regaliz.

CENA
OPCIÓN 1 Crema de calabacín y queso fresco desnatado.
OPCIÓN 2 Caldo de verduras y revuelto de espárragos verdes.