Un hábito es una conducta rutinaria que llegamos a hacer de forma prácticamente automática. Para que lo entiendas, nuestro cerebro siempre está buscando la forma de automatizar al máximo sus funciones y poder así descansar y relajarse, es normal, imagínate que tuviera que estar todo el tiempo esforzándose como la primera vez cuando tuvieras que caminar, ir en bici, conducir, comer, etc…
Es decir, aprendemos una conducta y a base de repetición queda automatizada, vamos, que tu cerebro pone el piloto automático. ¿Te has encontrado alguna vez abriendo la nevera o el armario de las galletas casi de forma automática al llegar del trabajo o después de cenar? La base del hábito es que repitas una conducta muchas veces pero hay algo más. Para que salte el piloto automático tiene que haber una señal previa y una recompensa que haga que tu cerebro finalizar la acción.
Es decir: quizás tengas el hábito de comer dulces por la noche, pero fíjate que sólo ocurre por la noche y no por la mañana. La conducta automática de comer se desencadena después de una señal, por ejemplo, tirarte en el sofá después de cenar (cosa que no haces por la mañana). Y busca una recompensa ¿para qué comes? quizá busques premiarte por el duro día “me lo merezco, ya vale de esforzarme” o para entretenerte, para tranquilizarte o para relajarte con un poco de placer.
¿Cómo cambiar los hábitos?
Siguiendo esta idea, si quieres incorporar a tu vida hábitos saludables puedes empezar a crear tus rutinas, identificando actividades que quieras llevar a cabo en tu día a día y que supongan una mejora considerable para ti, para tu salud y de las personas que te rodean.
