Cuando digo a alguien que el embutido no es sano y que intente reducir su consumo, se echa las manos a la cabeza, ¿y ahora de qué me voy a hacer el bocadillo?
Y esto es lo que quiero explicarte hoy. Puedes utilizar este método para hacer bocadillos tanto para el recreo de tus hijos como para tu almuerzo como también para sustituir esas noches de «pan con embutido».

Lo primero es elegir un buen pan, (consulta el episodio 411). Después es cuestión de ir poniendo capas:
1. La salsa, que hará que no quede tan seco: Crema de frutos secos, mostaza, salsa de yogur, queso fresco batido, guacamole, hummus, aceite de oliva virgen extra, mantequilla…
2. Hojas verdes, que dan estabilidad y un plus crujiente: lechuga, espinaca baby, brotes tiernos, rúcula…
3. Más hortalizas: tomate o pepino en rodajas, pimientos asados, escalibada, remolacha cocida…
4. Proteína: pechuga de pollo a la plancha, huevo (tortilla, cocido, plancha…), conservas de pescado, quesos…
5. Extras: aguacate, alcaparras, pepinillos, champiñones…

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