Muchas personas se preguntan cada día qué cenar, cayendo por falta de recursos, pereza o desconocimiento en comida rápida, en un calentar y listo o en embutido con pan como opciones de cena. Si a esto le añadimos los mitos que hay entorno a la cena, acabamos por irnos a dormir sin ni siquiera probar bocado.

Pero entonces, ¿cuál es la cena perfecta? Pues depende. Depende de cada persona, de la edad, del ejercicio realizado, del hambre que tenga, de lo que hará después…
No obstante, podemos globalizar la cena para aquellas personas sanas, que tienen un vida medianamente activa y que tras cenar van a ir a dormir. En estos casos es fácil: verduras + proteína, respetando siempre nuestra sensación de hambre y saciedad.

¿Y cuándo deberíamos complementar esa cena con hidratos? Puedes hacerlo cuando quieras, pero es especialmente recomendable…

Como post-entreno, si has ido a entrenar por la tarde, un ejercicio moderado intenso.
Si tienes un nivel de actividad física muy elevado por la tarde, como las personas con trabajos muy físicos o los deportistas profesionales.
Si tienes como objetivo ganar volumen.
Si trabajas de noche.
Si te cuesta dormir, una pequeña ración te ayudará a conciliar el sueño más rápido.