Después de reyes podemos ver en todas las telenoticias a los presentadores hablando de que se han cogido de media entre 3 y 4 kilos de peso, pero ¿por qué? Hay tres motivos principalmente:

1. No cometemos excesos solo en las fiestas navideñas, sino que lo hacemos desde el mes de octubre-noviembre cuando ya podemos comprar un amplio surtido de dulces navideños. Para que eso no te pase, resiste la tentación, deja los dulces para el día o los días antes y guárdalos bajo llave hasta que lleguen tus invitados. Como siempre lo ideal sería que los hicieras tu mismo, pero es entendible que no tenemos ni el tiempo ni las ganas suficientes y necesarias.

2. El alcohol. Haciendo un recuento rápido, bebemos unas 8-10 raciones de diferentes bebidas alcohólicas (cerveza, vermut, vino, cava, destilados…) lo que supone más de 1000kcal al día. Así que en los 6 días festivos que hay, estás consumiendo más de 6000kcal extras solo con el alcohol, que al ser calorías vacías, se almacenarán en tu cuerpo en forma de grasa, acabando de moldear ese michelín que tanto te molesta.

3. Los dulces navideños. Para no cometer un exceso con ellos, debes planificar bien la cantidad que necesitas (si te toca ser anfitrión) o elegir únicamente un dulce por día (si eres invitado). Tienes días suficientes como para poder comer de todos los tipos. Elige una clase por día y come una única porción por día. Como decía lo mejor es hacerlos tu mismo, sino comprarlos en la justa medida y si aún así sobran, tíralos. Si te da pena, regálalos al familiar más goloso.

Siguiendo estos consejos, estoy segura de que llegará enero y no sufrirás su temida cuesta (al menos en cuanto al peso se refiere).