#8. Problemas más frecuentes

En la clase de hoy tratamos los problemas más frecuentes con la lactancia, el destete, el rechazo a determinados alimentos, la inapetencia, el sobrepeso y el entorno, que no puedes controlar 24h. Vemos cuáles son los problemas más comunes y cuál es la mejor solución a ellos.

Lactancia

  • Pezones invertidos: no son incompatibles con la lactancia. Las pezoneras y los ejercicios de Hoffman no funcionan. Podemos dar el pecho aunque no tuviéramos pezones, pero los pezones invertidos salen al dar a luz.
  • Dolor en los pezones. Dar el pecho no duele así que si tienes dolor deberás corregir la posición del bebé o ver qué está pasando porque no deberías notar nada. Al menos no después de los primeros días que es el único momento en que puedes sentir algo de molestia.
  • Grietas del pezón. Ocurre cuando se generan heridas al rededor del pezón que pueden incluso sangrar. Se pueden utilizar pezoneras pero solo si eso te alivia el dolor, y cuando las grietas estén curadas, debes dejar de usarlas.
  • Infección del pezón. Cuando el dolor y las grietas se alargan puede haber una infección en el pezón. Lo cual es doloroso durante la toma y después de la toma. Es importante tratarlo.
  • Ampolla blanca de leche o punto blanco en el pezón. Es una bolita blanca que aparece en el pezon, como la cabeza de un alfiler. Es la obstrucción de un canal que no deja circular la leche. Basta con pincharla para romper la barrera.
  • Mastitis. La mastitis es la infección, inflamación y aparición de bultos en las glándulas mamarias. Debe darse tratamiento específico ya que es muy doloroso.
  • Frenillo corto del bebé. Simplemente hay que hacerle un pequeño corte al frenillo del bebé, que le dificulta el amamantamiento.

Destete

  • Debe ser siempre dirigido.
  • Poco a poco, reduciendo el número de tomas en varias semanas, o como poco en varios días.
  • El pecho no es solo comida, es cariño, contacto, consuelo, relación humana…
  • No es un descanso: deberás jugar más, leerle más cuentos, enseñarle más canciones, admirar más sus dibujos, escucharlo más atentamente, hacerle cosquillas, darle besos… y siempre ANTES de que pida pecho.

Inapetencia

  • Su apetito es errático e impredecible.
  • Suele ocurrir a partir del año de edad. El niño pasa de destinar el 35% de las calorías a crecer (tiene que triplicar en un año el peso que tenía cuando nació) a destinar el 3%.
  • Tienen un mecanismo “hambre-saciedad” adaptado a sus necesidades y desarrollo.
  • Si no tienen ningún problema de peso, están en un percentil adecuado y comen (aunque menos de lo que tu creas que necesita), no hay de qué preocuparse.

Rechazo de alimentos

    • ¿BLW o purés?
    • Dar ejemplo
    • Familiarizarse con el producto
    • Presentarla de diferentes formas, colores y texturas
    • No ofrecer productos malsanos en su lugar

Si no come una determinada verdura no pasa nada

  • Hacerle partícipe en compra y cocina
  • No ofrecer zumos en lugar de fruta.

 

Sobrepeso

  • Exceso calórico
  • Alimentos malsanos o ultraprocesados, azúcares y grasas
  • Exceso de proteína
  • “Al menos que coma algo”
  • Falta de actividad física
  • Sedentarismo

Entorno

Es importante ser estrictos y severos con todas aquellas personas que vayan a cuidar de los niños. Deben respetar tu decisión y acompañarte en la alimentación que darle al pequeño. No cedas por que sino no habrá vuelta atrás. Eso no significa que el niño no pueda disfrutar de una reunión o fiesta.

  • Familiares
  • Amigos
  • Guarderías
  • Canguros
  • Reuniones o fiestas

Consejos generales

    <>Ofrecer los alimentos nuevos en un ambiente distendido, no de forma forzosa, a ser posible como algo curioso, sorprendente, propio de “niños grandes”, “más guapos” o “más fuertes” (según sus propiedades particulares).

  • Negociar la cantidad mínima que se debe tomar en cada plato. Como mínimo, que deba probar los alimentos que “no le gusten”, y que se tome un mínimo del primer plato para que pueda pasar al segundo, respetando nosotros el trato.
  • Que las comidas incluyan alimentos rechazados, que se presentarán periódicamente y en pequeñas cantidades junto a otros alimentos que sí le gusten como parte del plato completo.
  • No alargar las comidas si el niño no come. Pasada la media hora, lo aconsejable es retirar el plato y que no coma hasta la siguiente comida, evitando que pique entre horas.
  • Evitar, nuevamente, las “recompensas” o “premios”, sobre todo si es de alimentos con baja calidad nutricional (snacks, golosinas, polos, etc.).
  • No perder jamás la calma, gritar, castigar o amenazar.
  • Tener cuidado del entorno y el “cómo comen”.

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